Abre la puerta y sal del aula (si quieres que sean capaces de hablar en público)
El aprendizaje de la lengua oral en la enseñanza de idiomas suele estar basado en simulaciones que no son situaciones comunicativas reales. Puede ser un buen comienzo, pero todos somos conscientes de que, a partir de un determinado nivel, hay que "salir a la calle" y enfrentarse al uso real, a los hablantes nativos en los países de origen.
Y no es un momento fácil. Porque si sólo has aprendido a través de simulaciones, el ajuste con la realidad, tanto en la comprensión como en la expresión, te genera una gran inseguridad sobre tus conocimientos del idioma. ¡No digamos si además debes expresarte en público!
Lo mismo ocurre con la lengua materna y sus posibilidades comunicativas. Es cierto que las interacciones sociales básicas se aprenden en el día a día desde muy pequeños, pero ¿qué ocurre con las situaciones más formales y con el uso público del lenguaje si no te han entrenado para ello?
¿Qué ocurre con las exposiciones académicas de cierto nivel, con la docencia, con las entrevistas de trabajo, con las exposiciones comerciales, con tus intervenciones en los equipos de trabajo? Entonces aparece el miedo, la inseguridad, o directamente el pánico si no estás entrenado para afrontar esas situaciones.
Si como docente no sales del aula con tu alumnado:
-¿Sólo trabajarás simulaciones de la realidad?
-¿Qué harás con el lenguaje no verbal?
-¿Tu alumnado será un conjunto de bustos parlantes detrás de un pupitre?
Es posible que, en el contexto escolar y dentro de la seguridad que da el aula, puedas conseguir que tus alumnos -incluso los más tímidos- lleguen a expresarse con soltura entre sus iguales y ante sus maestros; es decir, en un entorno artificial de confianza. Pero cuando salgan fuera y se encuentren con las realidades ya aludidas, ¿qué ocurrirá?
Por esto, tenemos que dieñar, programar y llevar a cabo interacciones orales reales, aprovechando momentos que nos permiten desarrollarlas con naturalidad, y que sirvan de entrenamiento frecuente más allá de las aulas.
Estas son sólo algunas sugerencias:
-Salidas escolares a museos con presentaciones y visitas guiadas por los propios alumnos.
-Mercados y mercadillos escolares
-Fiestas y celebraciones
-Recitales y presentaciones ante familias
-Asistencia y participación en coloquios y mesas redondas públicas
-Presentaciones a otros cursos (de distintas edades)
Seguro que tú tienes más experiencias que añadir. Abre la puerta y sal del aula. Tu alumnado te lo agradecerá.
